Las tapas de radiador deben reemplazarse cada vez que cambie el líquido refrigerante o cada dos años (20.000 km de recorrido).
Debido a la prolongada exposición en el tiempo a altas temperaturas, la tapa de radiador enfrenta un Proceso de cristalización (endurecimiento) del empaque o caucho inferior. Este empaque, provisiona el selle entre el gollete y la boquilla que al fallar no es capaz de regular la temperatura dentro del radiador, provocando sobrecalentamientos.